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El libro de la Selva es una de las películas infantiles preferidas de mis hijos. O por lo menos lo era en edades más tempranas, de manera que solíamos verla frecuentemente. Tambien recuerdo que con mi hija vimos una vez una película más fiel al libro de Kipling que no era animada, y que a ella le impresionó bastante. Y es que la adaptación de Disney de la historia suaviza bastante ciertos giros de la historia y cambia muchos otros. Casi igual que ocurre con la historia de Peter Pan.
El libro ha estado a mi alrededor por mucho tiempo, y más de alguna vez me llamó la atención leerlo, pero nunca le puse dedicación a la tarea, de manera que leí varios tramos del mismo de manera separada y en ocasiones diferentes.