Leí “La balada del mal genio” de Mario Benedetti y la verdad es que me gustó y me sorprendió muuucho. ¿Por qué? Porque, a pesar de que tengo un carácter más bien fácil (no confundir: "soy mansa pero no mensa", como decía el chavo), SI tengo crisis de mal humor, digamos unas dos veces al año.
Las posibles causas son: o alguien ha abusado de mi paciencia y buena voluntad (y ha hecho que me convierta legítimamente en “la increíble Hulk”) o simplemente, sin razón aparente -aunque siempre hay una profunda- un leve y pasajero desánimo se apodera de mi, no es tristeza ni enfermedad, es sólo un bajón de energía. Entonces, haciendo acopio de mi última energía de gentileza, anuncio que estoy de mal humor y que no quiero hablar (aunque quisiera, no podría) y exijo que tampoco me hablen... “golpe avisa, saca sangre, y no hay justicia” dixit la voz popular... confieso que comprendo pero no a cabalidad la significación de esa expresión pero me da buena conciencia... y risa también...
“Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse
y me hallo solidariamente cretino
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.
Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.
Hay días que ni siquiera son oscuros
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.
Días en que uno sabe que hace mucho era bueno
bah, tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de jabón perfumado
y aquello si era auténtica melancolía
y no este malsano, dulce aburrimiento.
Bueno, esta balada sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta."
BONITA BALADA, Y TODOS LA EXPERIMENTAMOS DE ALGUNA MANERA U OTRA .
ResponderEliminarla baladita del mal genio es la llave de la tal caja de lustre, que aunque seamos muuuy educaditos y estudiaditos y con mucho wiriwiri ahi la andamos wuardadita.
ResponderEliminarSe enoja el papa, se enoja la reyna y el tal Koyac decia, me enoja tanto que me despeina.
Sin aluciones personales....
ResponderEliminarBueno yo cuando lei tu escrito Elenita me senti algo asi:
Hay días que se ahogan en su propia ausencia.
Días en que las ramas aúllan y espantan el viento.
Días en que las hojas tiñen de verde al alba.
Hay días que se niegan a ser.
Y tú,
con la terca postura de un reloj descompuesto,
no dejas de tañer la misma campanada.
Me encanta esta balada Elena de Troya, aunque estos dias no me identifico con ella, pero sin duda tengo dias asi, en los que prefiero que no se me tome en cuenta. En esos dias, ¡desaparezco del mapa!
ResponderEliminarHace sol y veo con tanta claridad no solo el mundo fuera sino tambien dentro de mi.
Un abrazo