15 de mayo de 2007

Los períodos electorales en nuestro país

Este día en LPG nuevamente se toca el tema de la periodicidad de las elecciones (si bien no puedo encontrar un sólo enlace en la edición en línea del periódico), y el tema es abordado desde el punto de vista del pánico que ha despertado en la derecha el que las elecciones sean generales, que en estas elecciones se elija Diputados, Alcaldes y Presidente. Como dijo Saca en alguna oportunidad anterior, probablemente "El ganador se lo lleva todo..."

Razón por la que no entiendo la fobia de la derecha y ni la intención de separar las elecciones, si están tan seguros de ganar ¿Para que separar? ¿Para que someter a los ciudadanos a dos procesos de elecciones cuando con uno sólo basta y de hecho no se desplifarra recursos para organizar un segundo evento?

¿O es que después de todo no están tan seguros de ganar?

Mi opinión en cuanto a períodos electorales:


Para poder tener ciclos de elecciones armoniosos (programados cada cierto tiempo igual) se propone alargar el mandato a los diputados y alcaldes a 5 años (con lo cual no estoy de acuerdo) o alargar el período presidencial a seis años (con lo que estoy de acuerdo con ciertas condiciones).

Mi opinión es que todos los períodos duren tres años, en cuyo sentido los diputados y alcaldes seguirían como están actualmente, pero que se reforme la constitución para que el presidente pueda reelegirse una tan sóla vez. Eso serviría para que el presidente, si quiere lograr la reelección para su segundo término, debe esforzarse en cumplir el mínimo de su oferta electoral y ganarse la confianza de la población.

Eso le daría a la población tambien la opción de sacar del poder a un presidente que no esté haciendo su trabajo de acuerdo a lo que se espera, aunque eso no nos ayudaría en el caso de Saca, ya que si bien no está trabajando como presidente del país sino de su partido, hace creer mediante propaganda barata a más de la mitad de la población que no trabaja porque no lo dejan, ante lo cual es poco probable que perdiera una reelección de este tipo. Pero confío en que la educación de mis conciudadanos tiene que mejorar algun dia y discernir entre lo que es un obstaculo y lo que son simples excusas o pura charlatanería.

La constante campaña


Acerca de la interminable campaña que vivimos desde un año antes de la anterior elección presidencial no es saludable para el país, y ojalá los miopes funcionarios que nos dirigen se dieran cuenta de ello, de que están tensando al máximo (ojalá no sea a propósito) lós animos de sus seguidores que en belicosidad y costumbres no se diferencian en nada de los mareros: manchan "su territorio", arman grupos desafiantes, arman pleitos, etc.

Una campaña constante no es saludable para una nación y eso lo sabían muy bien los que plasmaron en la constitución los períodos para campaña, lastimosamente dejando los vacíos de los que hoy se vale quien debiera CUMPLIR Y HACER CUMPLIR la constitución y las leyes de nuestro país: los mismos funcionarios COMENZANDO CON EL PRESIDENTE.

La reforma electoral


En mi opinión el TSE ha perdido totalmente la orientación con la que fué fundado en cumplimiento con los acuerdos de paz. Tenemos un TSE dominado por un solo partido, que ha reformado su funcionamiento administrativo para asegurar que el bloque en el poder tenga la llave de todo: poder decidir sin tener que consultar con la oposición, y poder bloquear cualquier iniciativa de la oposición.

Hay necesidad de plantear una reforma al TSE, al sistema electoral completo, mucho más allá de las propuestas de forma que propone el MIRE. Obviamente cualquier movimiento en ese sentido no va a tener ningun futuro dado que ahi están los de siempre bloqueando toda posibilidad.

La peligrosa conclusión


La peligrosa conclusión es que la derecha se olvidó que para lograr el estado de cosas hasta 1994 se perdieron muchas vidas, más de SETENTA Y CINCO MIL. Y el peligro de eso es que volviendo al estado de corrupción y coartando toda participación de cualquier otra fuerza, las cosas vuelven a como estaban antes de la guerra. Si a eso sumamos la crispación política que el presidente disfruta sembrar en los ingenuos que oyen sus mensajes, a lo que nos lleva es al borde de una nueva guerra.

No había sangre en las manos de Saca cuando llegó a la presidencia (según el mismo afirmaba). La gran pregunta es si las manos de Saca seguirán estando limpias al final de su término, o su ponzoñozo discurso habrá provocado para entonces más de una muerte.

El presidente debiera reconsiderar mejor lo que hace, en aras del bienestar de toda una nación que debiera ser su única prioridad.

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