16 de noviembre de 2008

Los Reyes Malditos III (Los venenos de la corona) - Maurice Druon

En el libro anterior, LA REINA ESTRANGULADA, Margarita de Borgoña fué asesinada para que Luis X pudiera casarse con Clemencia, la reina que vendría desde Nápoles. Por lo que el inicio de este libro es la travesía de la casi reina por el mar hacia Francia.

RESUMEN


Bouville y Guccio han sido enviados nuevamente a Napoles para conducir a Clemencia a Francia, donde ha de contraer nupcias con el rey Luis X, pero tienen un viaje de lo más accidentado. Se pintaba en el libro anterior una francia que estaba sumida en la desgracia por el hambre, que fué seguida por un invierno atroz que inundó las cosechas con las que se esperaba calmar dicha hambre. La tempestad casi dió cuenta del barco que conducía a Clemencia, y cuando al fin tocaron puerto para seguir por tierra, no era sino desgracia lo que observaban por doquier. Guccio, uno de los personajes centrales de la historia, salto del barco muy pronto, lo que le ocasionó caer y procurarse una seria herida, que lo dejó en el hospital por 6 meses.

Mientras ocurría dicha travesía, Luis X había emprendido una cruzada contra Flandes, que se negaba a pagar tributo al nuevo monarca. Las mimsas lluvias que ponian en peligro la vida de Clemencia embarraban a su ejército, que tuvo que disolver sin haber presentado batalla a Flandes. Sin embargo, dicha marcha sirvió dos propósitos (o tres, segun quiera verse), siendo el primero que Roberto de Artois se procuró un ejército para promover su causa de recuperar el Artois, segundo, que los templarios se reunieron para confabularse en contra de Luis X y el tercero, que solo era una confirmacion, demostraba la inutilidad del nuevo soberano, liderando un ejército que no pudo siquiera llegar al campo de batalla.

Los cortejos de Luis X y Clemencia se encontraron en el camino, y así los futuros esposos fueron presentados sin pompa alguna, y se casaron casi inmediatamente de la misma forma, para sorpresa de la nueva reina, pero se debia a que el tesoro estaba vacío, y Luis X aprovechaba que su coronación estaba próxima, para que los festejos por su boda corrieran por cuenta de sus vasallos, ya que sus arcas no estaban para gasto alguno.

Disuelto el ejército, sólo los leales de Roberto Artois quedaron armados y sembraron la anarquía en el Artois, persiguiendo a la familia de la condesa y de sus colaboradores. Clemencia abogó ante Luis X por la liberación de Juana, esposa de Felipe de Poitiers, con lo cual el balance de poderes cambió en contra de Roberto. El rey, preocupado en dar un heredero al reino más que de los asuntos del estado, dió un arbitraje en la rencilla del feudo disputado, que no fué aceptado por Mahaut, siendo condenada entonces a no entrar al territorio disputado mientras no aceptara el arbitraje.

Guccio por su parte volvió a Neauphle con la pretensión de pedir la mano de Maria de Cressay, pero la idea no es del agrado de uno de los hermanos de ésta ni de su madre, quienes todavía aspiran a casarla con alguien de la nobleza y recuperar de esa forma su posición perdida. Reciben bien a Guccio, a quien no pueden negar la entrada a su casa por lo tanto que le deben, y le anuncian el pretendido compromiso de María con un lejano pariente, propuesta que es realizada posteriormente pero que es rechazada en vista del poco valor del feudo de los Cressay. Guccio cree la historia y se marcha dolido, pero acepta en contra de su misma voluntad una entrevista a escondidas con Maria, quien le cuenta todo lo ocurrido. Artois no se da por vencido en sus intrigas contra la condesa Mahaut, y acude a Tolomei para una encomienda que debía ejecutar Guccio, pero éste no tiene interés mas que en su problema amoroso, asi que es enviado un sacerdote italiano, quien parte junto a Guccio, haciendo una desviación antes para casarlo secretamente con María de Cressay.

Mientras un concejo de médicos determina si Clemencia está o no embarazada, se descubre la conjura de los templarios para deshacerse del rey Luis X y de su sucesor Felipe de Poitiers. Se reconoce entonces que la falta de un papa perjudica siempre al estado de Francia, ya que la actuación de los candidatos a papa sería causa de excomulgación para cualquiera. Felipe de Poitiers es enviado a dirimir el asunto del cónclave, aunque sabe que a ello está siendo empujado por Valois.

Luis X trata de convencer a Mahaut de que acepte el arbitraje, y como ésta se niega, toma el Artois bajo la regencia real, golpe que Mahaut no esperaba, pero que le da la determinación de acabar con el rey de la misma manera en que antes acabó con Nogaret. Prepara una fruta confitada envenenada y la pone en la copa donde el rey se las sirve, esperando, como lo hizo con Nogaret, el resultado de la ruleta rusa fatal.

El mismo día en que el embarazo de Maria de Cressay es descubierto, Luis X enferma repentinamente por la fruta envenenada. Mientras Guccio es perseguido por los hermanos Cressay, la corte recibe las ultimas instrucciones de un rey que se sabe muerto. Luis X dicta su testamento sin nombrar un regente para la corona, dado a que la sucesion deberá esperar a que su hijo nazca de Clemencia y sea capaz de gobernar el reino. El rey fallece y Carlos de Valois comienza a maniobrar para quedarse con la corona, pero encuentra oposición, ya que el derecho corresponde a Felipe de Poitiers, quien se encuentra tratando de hacer elegir a un papa. Tres correos salen de Paris hacia Lyon, uno de Valois diciendo que habiendo fallecido el rey, y dadas las condiciones,Valois debe asumir la regencia inmediatamente, el segundo urgiéndole a que regrese para evitar que Valois asuma la regencia, y el tercero, por la vía mas corta, es Guccio, que si bien no se dirige directamente al rey, porta las mismas noticias, más la sospecha de que el rey murió envenenado.

1 comentario:

  1. deberían reeditar este libro. pocos tan buenos he leido, y me resulta imposible encontrarlo para comprarmelo (me estoy leyendo los tomos de mi madre y de mi abuela). Espero que este comentario llegue a los de la editorial!!

    ResponderEliminar