15 de mayo de 2007

El dios de las pequeñas cosas - Arundhati Roy

Esta entrada es una colaboración de Elena

Hace algun tiempo leí en francés la novela "El Dios de las pequeñas cosas" de Arundhati Roy (originalmente escrito en inglés y que ya fue publicado en español) que me dejó literalmente ma-ra-vi-lla-da por la riqueza de sus imágenes y metáforas, así como por su profundidad en el tratamiento de los sentimientos humanos.

Una obra maestra tragicómica fundamentalmente visual a tal punto que a veces se me venían a la mente escenas de las películas de Walt Disney en medio del drama humano.


Es la historia de 3 generaciones de una familia cristiana (sirio-ortodoxa) en la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. Es una historia como las muñequitas rusas en la que cada una contiene otra más pequeñita: La de la niña inglesa que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados; La de dos gemelos, un niño y una niña, que vivieron 23 años separados; la de la madre de los gemelos y sus amores adúlteros; la de su hermano, marxista educado en oxford y casado con una inglesa; la de los abuelos y sus pasiones prohibidas...

La escritora ha sido comparada con Gabriel García Márquez por su universo real y mágico y por su talento narrativo.

Se las recomiendo. No les digo más sobre la historia... Es el tipo de libro que uno termina de leer y mecánicamente vuelve a la primera página.

Pero SI quisiera citarles algunos pasajes que son una maravilla de narrativa creativa y pictórica:
" el césped estaba verdihúmedo y dichoso."

" Una vez llegado, el silencio se instaló en Estha y se extendió en todo su ser: salió de su cabeza y lo envolvió con sus viscosos brazos. Lo meció al ritmo de un latido antiguo fetal."

"El silencio descendía y se elevaba y caía en picada y hacia rizos con forma de ochos"

"El silencio se recogió las faldas y, como la mujer araña, trepó ágilmente por la resbaladiza pared del baño"

"Estha tuvo varias arcadas, pero no le salía nada. Sólo pensamientos. Flotaban hacia fuera y volvian flotando para adentro"

"Intensos anillos de amor oprimieron su pecho hasta que le costó respirar"

"Y la niñez de Rahel huyó, agitando sus delgados brazos"

"Dos corazoncitos felices se elevaron como dos cometas llenas de colores en un cielo azul cielo."

"En su sueño, Ammu voló sobre unas alas pesadas y temblorosas y se detuvgo a desacansar, acurrucada bajo la piel de aquel sueño"

"El hizo con sus temores una rosa perfecta. Se la ofreció en la palma de la mano. Ella la cogió y se la colocó en el pelo".

Insisto: si tienen la oportunidad de leer esta novela, les encantará...

2 comentarios:

  1. Pues estan bastante ingeniosas las metáforas usadas, buscaré el libro para leerlo posteriormente.

    Buen posteo Elena.

    Saludos.

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  2. Gracias por la reseña, Elena. Sin duda es una de mis novelas favoritas. ¿Conoces "Retórica bélica"? Es una recopilación de artículos de la misma autora, y aunque tienen algunos años, creo que siguen muy de actualidad...
    ¡Nos leemos!

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